Rotary Santiago es una organización de amigos que se ocupan de entender y resolver necesidades de los vecinos de la comuna de Santiago, permitiendo que estos mejoren su calidad de vida y además el progreso de la comuna.
Misión
Entender y resolver de manera eficiente y jerarquizada las necesidades de los vecinos de la comuna de Santiago, permitiendo que estos mejoren su calidad de vida, generando un impacto positivo en la comuna.
Visión
Ser una organización que, a través de intervenciones positivas en la comunidad, genera cambios perdurables en sus habitantes y en el país.
La historia
Llamado a expandir el movimiento Rotario a lo largo del país
Con fecha 24 de marzo de 1924, sesiona por primera vez el Club Rotary de Santiago. En dicha reunión fundacional se constituyó, “por aclamación”, según consta en la primera Acta, un directorio provisional, integrado por Carlos Dávila, presidente; William M. Miller, vicepresidente; Ralph Scott, secretario y Percy Cordner, tesorero. Los presentes aprobaron los primeros Estatutos y Reglamentos, comprometiéndose “a hacer todo cuanto podamos para mantener siempre el buen nombre de que gozan los rotarios en el mundo”.
Las sesiones se realizaron, siguiendo la que ya era una tradición del movimiento, en torno a una cena, primero en el restaurante Santiago y más tarde en el restaurante Picard. En un principio, estas reuniones debían realizarse los 2°s y 4°s jueves de cada mes. Desde el 28 de agosto de 1924 las sesiones se trasladaron a un comedor reservado del Club de la Unión.
Nuestros intereses
Apadrinamiento de escuelas
La preocupación y cuidado de la niñez, en especial la de aquellos sectores más postergados y desvalidos, fue determinante en la buena recepción que tuvo en la sociedad del país que lo vio nacer y en aquellos otros donde se fue haciendo presencia. ya desde 1927 comenzó a rondar la inquietud de celebrar la semana del niño, en la promoción de la idea de realizar dicha semana, no sólo en nuestro Club, sino a nivel nacional, tuvo un papel relevante nuestro socio y futuro presidente, el doctor Luis Calvo Mackenna.
En sus palabras, los cuidados que la sociedad debía a sus niños nunca serían demasiados, por ser ellos “la verdadera esperanza de la patria”. En el Club de Santiago se propuso comenzar a celebrar la Semana del Niño en 1930. En el año 1931 se creó el Subcomité de Amigos de las Escuelas y la iniciativa de las colonias escolares, En abril de 1932 se realizó la segunda Semana del Niño y se estableció el premio al mejor compañero, Así se consolidaba una tradición, que venía a unirse a la de las colonias escolares.
Dicho sea de paso, la expansión del movimiento evidenciaba, en ocasiones como éstas, sus beneficios prácticos, al ponerse en práctica una red de colaboración.
Ya en 1953 el autor Eduardo Gonzáles Ginouves, en su obra conmemorativa de los primeros 30 años del rotarismo en Chile señala “Antes de Rotary no había entre nosotros ningún Club de servicio y si bien había muchas instituciones que se preocupaban del bien común como colaboradoras de los organismos estatales, no es menos cierto que ninguna de estas instituciones tenía el amplio, espontáneo y conocido raudal de acción que proporciona públicamente en Rotary”.
Operativos comunitarios
En la segunda mitad de la década de 1970 surgió una iniciativa que llegaría a ser una de las más representativas de nuestro Club, un verdadero emblema, como lo ha sido la Semana del Niño, desde las primeras épocas. Se trata de los operativos médicos que, conforme fueron creciendo en complejidad y cobertura, así como en los diversos servicios que se fueron agregando, han sido, sin duda, una de las acciones de bien público por las que Rotary es mejor conocido.
En 1983, se creó el Comité de Operativos Comunitarios. Así fue tomando forma, el proyecto como lo conocemos hoy en día, en cuanto a la participación de diversos especialistas médicos, odontología, y otras ramas profesionales como veterinarios, abogados, asistentes sociales, extranjería, que ayudan a acercar la atención a la comunidad que tiene dificultades en su acceso. Además, se contó y se sigue contando con el apoyo de Carabineros, Policía de Investigaciones (PDI) Han sido más de 30 los operativos realizados hasta el presente año.
La Poliomielitis
La preocupación de Rotary por la Poliomelitis, enfermedad degenerativa y paralizante, especialmente cruel cuando se manifiesta en la infancia, ha motivado un reto por contribuir a erradicarla a nivel mundial. Esta preocupación se remonta a la década de 1970 y, como no podía ser de otro modo, también ha tenido su expresión a nivel nacional y, más específicamente, en nuestro Club. Un precedente del papel que tendría el rotarismo chileno fue su concurrencia a la fundación de la Sociedad Pro Ayuda al Niño Lisiado, donde estuvieron presentes los doctores Alejandro Garretón y Ruperto Vargas Molinari, del Club de Santiago, y socios fundadores del Club de Providencia.
Si bien puede considerarse que ésta es una gran causa que ha resultado victoriosa, la actitud de Rotary es de no dejar la alerta. Mientras quede un caso, el trabajo no está concluido, mientras exista un caso, el riesgo de que nuevamente se expanda la enfermedad es altísimo. No debemos bajar los brazos. Los rotarios nos impusimos una tarea única y los niños del planeta esperan expectantes ese regalo que Rotary prometió, un mundo libre de polio.
COANIQUEM
La sólida relación entre Rotary Santiago y COANIQUEM, con la cual hemos cultivado una de las relaciones más prolongadas, estrechas y representativas de nuestro quehacer, es la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (COANIQUEM). El que nos hayamos acercado y formado un vínculo de amistad y colaboración, también puede verse como una expresión más de nuestra preocupación, que se remonta a nuestros orígenes, por impulsar iniciativas en pro de la infancia, en este caso, por aliviar uno de los sufrimientos más dolorosos a los que puede estar expuesto un niño.
